¿Cuál debería ser la posición del cristiano ante el matrimonio gay?

Como muchos otros cristianos, celebro la decisión del congreso de no aprobar el matrimonio entre homosexuales, mal llamado "matrimonio igualitario" (términos que no tienen sentido), aunque en este país no se sabe quien manda y, en su momento, salió la corte aprobando algo que fue rechazado por el congreso que, mal o bien, representa a los ciudadanos colombianos.

Esta imagen que encontré en alguna de esas manifestaciones a favor del matrimonio gay, me llevó a pensar en la posición que deberíamos tomar respecto a este tema.

En una sociedad que se ha corrompido a tal punto de tener una gran cantidad de niños y niñas sin hogar, pensar en que una pareja de homosexuales pueda adoptar a uno de ellos sería, en cierta manera, una forma de darle una oportunidad a ese infante de tener un hogar.  Por otra parte, considero que un hogar dirigido por dos hombres o dos mujeres no es un ambiente sano para la crianza.

Creo que la lucha por la protección de la familia no se debe centrar solamente en evitar el matrimonio gay,. La defensa de la familia también debe abarcar el problema de los menores que se encuentran sin hogar, que se puede solucionar con una mayor adopción por parte de las familias cristianas.

Retomaré el blog, aunque no sepa que escribir

Creo que será buena idea retomar el blog aunque realmente no sepa sobre qué escribir.

Últimamente he estado de periodista y fotógrafo aficionado, y ahora con un proyecto deportivo personal no sé si me quede mucho tiempo para escribir algo; de todas maneras, lo haré así sólo sea un ejercicio personal (en otras palabras, nadie leerá esto).

Por ahora dejaré una foto que capté con una nueva cámara que adquirí hace pocos días, vamos a ver cómo me va fotografiando ciclistas.

Tiempo para desconectarme

Con todo el estrés que me estaba produciendo el segundo semestre de maestría, en el cuál desde hacía dos meses anhelaba que llegar Julio dejando en un segundo plano los resultados de la maestría, unas vacaciones lejos de la ciudad y de internet era lo que necesitaba.

En esta oportunidad fuí a San Vicente de Chucurí (Santander), en la vereda Primavera, en la fina Clavellina, que es cuidada por mi tía Felipa y su esposo Justo.  Ya había ido allá algunas veces allá, pero la mayoría fueron cuando mi nona Pola (qepd) me llevaba aprovechando que era pequeño y no pagaba pasaje para viajar.

Aunque no me desconecté del todo, porque el Tour de France si no me lo perdí, de resto si la pasé saliendo a caminar por los alrededores de la casa, tomado fotografías a cualquier planta o animal que encontrara vistoso en el camino.